2025/01/05

Groovy y la Lucha Extraterrestre.

 



Groovy y la Lucha Extraterrestre.

Por: Werekation 


Groovy, el robot con cuerpo de grabadora de cassette, había viajado a través del tiempo y el espacio para capturar momentos únicos en la historia. Esta vez, su destino era la Arena Olímpico Laguna de Gómez Palacio, Durango, en los años 60. Un cartel vibrante anunciaba una lucha estelar: Melchor, Gaspar y Baltazar, los legendarios Reyes Magos, se enfrentarían a los misteriosos Cosa 1, Cosa 2 y Cosa 3.


Groovy se activó al escuchar los rugidos de la multitud y al animador que anunciaba el inicio del combate. Los Reyes Magos, con sus máscaras coloridas y movimientos ágiles, entraron al ring. Sus oponentes, los Cosa, parecían luchadores ordinarios, pero Groovy detectó una anomalía en sus patrones de energía. Eran extraterrestres, capaces de cambiar de forma y poseer una fuerza sobrehumana.


La lucha fue épica. Los Reyes Magos luchaban con valentía, pero los Cosa eran demasiado poderosos. Solo cuando parecía que los Reyes Magos serían derrotados, Groovy intervino. Con una habilidad sorprendente, el robot proyectó una holografía de un enorme rodillo de cinta magnética, que se envolvió alrededor de los Cosa, dejándolos inmóviles por un momento.


Aprovechando la distracción, los Reyes Magos lanzaron sus mejores movimientos. Con una combinación de llaves y vuelos espectaculares, lograron someter a los extraterrestres. La multitud enloqueció al ver la victoria de sus héroes.


Después de la lucha, los Reyes Magos, agotados pero felices, compartieron una rosca de reyes con Groovy y el público en general. El robot, aunque no podía comer, disfrutó de la celebración. Antes de regresar a su propia época, Groovy grabó un mensaje para los futuros espectadores: "Esta noche, en la Arena Olímpico Laguna de Gómez Palacio, presenciamos una batalla épica entre héroes y extraterrestres. La lucha libre es más que un deporte, es una leyenda que trasciende el tiempo y el espacio".


Y así, Groovy, el robot, se convirtió en testigo de una noche inolvidable en la historia de la lucha libre mexicana.