Hace unos días falleció mi madre. Estaba internada en el hospital de especialidades no. 71 en la ciudad de Torreón Coahuila. Durante su estancia, mis hermanos y familiares tuvimos que hacer turnos permanentes pues en este recinto de lucha entre vida y muerte, exigen un familiar las 24 horas para tomar ciertas decisiones.
En uno de esos días me puse a dibujar algunas personas. Por ejemplo la señora del dibujo a la izquierda, tenia a su esposo grave en terapia intensiva. Unos días le decían que progresaba, otros no. El otro dibujo es de un señor que hacia guardias, quizás de un compañero del trabajo.
Unos días me tocó quedarme a dormir en la sala de espera. Las luces encendidas toda la noche. De repente escuchabas llantos y lamentos de familiares que recibían la mala noticia de que su pariente había fallecido. En esos días de desvelo, conocí a varias personas. Unas son de ciudad Juárez Chihuahua, otras procedentes del estado de Zacatecas y Durango. Yo aún no me explico cómo puede ser posible que en esos estados no exista un servicio como el que se tiene en Torreón.
En alguno de los casos que conocí, sí hubo progreso y final feliz.
En definitiva, nos falta mucho como país en el sector salud. No me quejo, los doctores y el personal hacen lo que pueden con lo que se tiene. Otras veces las circunstancias y condiciones del paciente no da para más. Y por supuesto la última palabra la tiene DIOS, en este debate (o quien quieras creer).
Esperemos que en el futuro se mejore el servicio de hospitales en México.
@rezzaca
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