De las cosas que me sucedieron cuando tocaba en el Bar Elvira con el grupo "La rezzaca", me acuerdo de una donde estaba tocando la 2 tanda de canciones. Al finalizar esa tanda, me habló una persona que se encontraba sentada en la barra. Era una persona no muy alta de estatura. Mencionó su nombre y sacó una credencial de elector. Pensé que vió mi desconfianza por eso lo de la credencial, pero gracias a eso me pude percatar que era chilango.
Platicamos de lo de siempre. Que si esta buena la banda. Que esas rolas están chidas, etc. Luego me despedí por que seguía la segunda tanda. No me ofreció nada de tomar, pues yo ya tenia mi bebida lista.
Así pasó la noche y al finalizar la tocada, justo cuando empezaba a guardar mis cosas para irme a descansar, me habló el gerente. Me preguntó que si yo conocía a ese individuo. Yo le comente que sí, que a penas lo acababa de conocer esa misma noche. Luego me dijo que él había dicho que yo era su amigo y como no traía dinero para pagar la cuenta, que yo con mucho gusto la pagaría. Le comenté que no estaba dispuesto a tal petición y le recomendé al gerente que le quitara anillos y joyas que el traía, si no podía pagar.
A veces me he topado con mucha gente que nos consideran amigos (no por eso no los consideramos) y me agrada eso, pues es una manera de decir que la música que interpretamos está de alguna manera bien ejecutada; y a veces frecuentamos o nos relacionamos con diversas personas a las que conocemos en algún bar o concierto, pues también necesitamos hacerlo. Sin embargo me he topado que hay ocasiones en las cuales un conocido o amigo quiere nuestros servicios como músicos, pero no quieren pagar lo que se les pide. De allí el título de este mini artículo.
En un inicio cuando uno empieza en esto de la música, queremos ser músicos solamente por tocar, hacernos ver, crear, entre otras cosas. Luego, en algunos casos, cuando empieza haber dinero de por medio, le empieza a gustar a uno eso de tocar y ganar; y muchas personas llegan a dedicarse a esto de la música de manera profesional.
Es verdad que nos gusta mucho tocar música, y sobre todo cuando tocas con otras personas que lo hacen bien, pero dista mucho eso de querer tocar casi gratis, solo por ser compas de alguien. Hay que tomar en cuenta que hay músicos que su entorno económico es la música, que de eso comen. No se nos puede exigir que no se cobre mucho cuando se trata de tocar en algún evento.
Todos sabemos que la música es un arte y el arte es muy subjetiva. Cualquiera puede darle distinto valor a lo que hacemos (gratis, no gratis, etc.) ; y muchos piensan que solo por que nos gusta tocar estamos dispuestos a regalar. Si realmente algunos no dependieran de la música para vivir, a lo mejor si estarían dispuestos a regalar unas horas de concierto particular, pero al menos, en lo que a mis compañeros respecta, ellos no están dispuestos a eso. Sin embargo consideramos precios justos para ambas partes, que no dañen la amistad adquirida; pues esa es otra, que se pierde la amistad solo por que la otra parte piensa que les exigimos las perlas de la vida.
Esto no es un regaño, si no una reflexión. Todos estamos dispuestos a brindar favores; pero todos tenemos nuestros límites.
Saludos.
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