2024/11/21

Groovy y el Tesoro Oculto de Pancho Villa: Un Viaje en el Tiempo y el Espacio.

 


Por: Werekation

    En la desértica y polvorienta región de Gómez Palacio, Durango, se contaba la leyenda sobre el tesoro oculto de Pancho Villa. Mucho después de que el revolucionario partiera de este mundo, se decía que aún quedaba algo suyo en una cueva perdida: un botín legendario. Pero en esta ocasión, la historia del tesoro atrajo a un visitante inesperado: Groovy, el robot de cuerpo de cassettera y amante de la historia, que había llegado a buscar algo específico… una gema oculta que, según sus cálculos, sería capaz de darle potencia a su dispositivo para viajar en el tiempo.

    Groovy se movía entre la arena, con engranajes rechinando y su casetera emitiendo un leve zumbido, mientras consultaba un mapa viejo y amarillento, que había conseguido en un mercado de pulgas interestelar. Con la luz del atardecer cayendo sobre el desierto, una sombra se acercó: era un hombre que llevaba un sombrero ancho y una pistola al cinto. Su rostro era el de Pancho Villa, pero Groovy sabía que no podía ser él… No era más que un doble que se hacía pasar por Villa para despistar a los curiosos.

—Oye, máquina… —dijo el doble de Villa, que mirándolo de reojo notó que traía en manos el mapa del tesoro del general—. ¿Qué te trae por estas tierras? Este lugar tiene una maldición, y cualquiera que busque el tesoro de Villa termina loco o peor.
Groovy ajustó su frecuencia y respondió con un toque de misterio en su tono metálico: —No busco el oro, amigo. Solo necesito una gema, algo pequeño que está aquí por un capricho de la historia.
El doble asintió, intrigado, y le dijo que él también andaba tras el tesoro, pero que nunca había encontrado nada. Decidieron unir fuerzas, y usando aparatos anticuados de los años 30, como detectores de metales rudimentarios y varillas para radiestesia, comenzaron a buscar la entrada de la cueva.
Justo cuando los detectores emitieron un leve zumbido en una zona de terreno arenoso, el cielo se oscureció. Sin decir palabra, un grupo de robots grises, con un solo ojo electrónico, descendió desde una nave silenciosa que flotaba sobre ellos. Los robots-aliens observaban a Groovy y al doble de Villa con hostilidad.
—¡No deben interferir con el pasado! —declaró el robot-alien líder, en un tono metálico y frío—. Esa gema tiene un propósito más allá de ustedes.
Groovy, sin dejarse intimidar, rebobinó su casetera y proyectó una grabación de antiguos discursos revolucionarios, confundiendo momentáneamente a los extraterrestres.
—Esa gema pertenece al pasado de esta tierra —dijo Groovy, desafiante—, y yo soy parte de ese pasado.
Los robot-aliens intentaron rodearlos, pero el doble de Villa, fiel a su papel, lanzó una advertencia: —¡Nadie le roba a Villa, ni siquiera desde otro mundo!—imitando fielmente la voz del general.
Sacó su pistola y, aunque no era real, el sonido de los disparos distrajo a los extraterrestres lo suficiente para que Groovy lograra ubicar la entrada a la cueva. Con rapidez, él y el doble se escabulleron dentro.
La cueva estaba repleta de tesoros antiguos, cajas de madera y reliquias de la Revolución Mexicana, pero entre todo, brillaba una pequeña gema de un color verde intenso, la que Groovy tanto había buscado. La tomó con cuidado y sintió cómo el dispositivo en su casetera emitía un zumbido nuevo y poderoso.
Sin embargo, al salir, los robot-aliens los aguardaban, dispuestos a recuperar la gema a toda costa. Pero Groovy, con su nuevo poder temporal, activó su dispositivo, creando un deslumbrante portal que absorbió a los robot-aliens y los envió al pasado, dejándolos atrapados en el México revolucionario, perdidos para siempre entre las batallas de una época que no comprendían.
Groovy y el doble de Villa se miraron y, tras una carcajada, se separaron con respeto. Mientras Groovy regresaba al futuro, el doble regresó a sus andanzas en el desierto, sabiendo que la leyenda de Villa, y su doble, viviría por siempre en la tierra de Durango.

2024/10/10

Groovy y el Vampiro de Torreón.

 



Groovy y el Vampiro de Torreón
Por: Werekation

En un giro inesperado del destino, Groovy, un robot con cuerpo de grabadora de cassette, se encontró en las polvorientas calles de Torreón, Coahuila, en un México alternativo de principios del siglo XX. Su viaje en el tiempo lo había llevado a una época turbulenta, justo antes del estallido de la Revolución Mexicana. 

El comisario Tijerina, un hombre robusto de bigote espeso y mirada penetrante, observaba con desconfianza al extraño artefacto que se había materializado frente a la comisaría. Groovy, con su luz parpadeante y sus botones relucientes, emitió un pitido amistoso.

"Comisario Tijerina," dijo Groovy con voz metálica, "he venido a ayudarle con un problema que aqueja a su comunidad."

Tijerina, escéptico pero desesperado, le contó sobre el terror que asolaba Torreón: un vampiro que acechaba en el bosque cercano, hipnotizando a las damas para luego alimentarse de su sangre.

"¿Un vampiro?" Los engranajes de Groovy giraron con emoción. "Tengo información valiosa sobre ese tema en mis cintas magnéticas."

Esa noche, Groovy y Tijerina se adentraron en el bosque. El robot reproducía suavemente información crucial: "Los vampiros temen a la luz del sol, el ajo y las estacas de madera...". Tijerina, conocido en la región como habilidoso para manejar su navaja, cogió un pedazo de rama con la cual creó de inmediato una estaca para poder defenderse y echó mano a su pistola.

De repente, escucharon un grito ahogado. Corrieron hacia el sonido y, en un claro iluminado por la luna, vieron una escena escalofriante: una figura pálida y elegante se inclinaba sobre una joven dama que yacía inmóvil, como en trance. El vampiro, con sus colmillos a centímetros del cuello de la víctima, estaba a punto de alimentarse.

"¡Alto ahí, criatura infernal!" gritó Tijerina, pero su voz tembló al enfrentarse a la mirada hipnótica del vampiro. Mientras el vampiro se acercaba, Tijerina jaló del gatillo sin buen resultado. ¡Las balas no le hacían nada!

Groovy actuó rápidamente. "¡Sistema de iluminación de emergencia, activado!" exclamó el robot. Un destello cegador brotó de su carcasa, desorientando al vampiro y rompiendo su control sobre Tijerina que ya estaba cayendo bajo la hipnosis del vampiro.

La joven, liberada del trance, gritó y se apartó tambaleante. El vampiro, furioso por la interrupción, se lanzó de nueva cuenta hacia Tijerina, pero Groovy interpuso su cuerpo metálico, reproduciendo a todo volumen un cántico en latín almacenado en sus cintas.

Aprovechando la confusión, Tijerina sacó la estaca de madera que había guardado en su chaqueta. Con un movimiento rápido y preciso, la clavó en el corazón de la criatura, que se desvaneció en una nube de polvo con un alarido sobrenatural.

"¡Lo logramos, Groovy!" exclamó Tijerina, ayudando a la dama a ponerse de pie. "Has salvado a Torreón y a esta inocente señorita."

Mientras el sol asomaba por el horizonte, Groovy sintió el tirón familiar del viaje en el tiempo. "Recuerde, comisario," dijo antes de desaparecer, "el conocimiento es la mejor arma contra el mal."

Tijerina y la joven rescatada se quedaron en el bosque, contemplando el amanecer y preguntándose si algún día volverían a ver a su peculiar salvador metálico. En Torreón, las historias del valiente comisario y su misterioso ayudante se convertirían en leyenda, mucho antes de que la revolución cambiara el rumbo de la nación.

FIN. 

2024/09/12

Crónicas de Arena y Viento: Misión Groovy



Crónicas de Arena y Viento: Misión Groovy por:Werekation

En el sótano de la casa del presidente de ciudad Juárez, Don Octavio, se escuchaba algo constantemente , por aquello de las 4 a.m., que lo despertó un tanto molesto. Cogiendo su revólver y caminando sigilosamente, mas no sin algo de miedo, se dirigió al lugar de la fuente de sonido.

Al entrar al sótano, visualizó a Groovy, el robot con cuerpo de cassettera que estaba en ese momento reproduciendo una de sus grabaciones. El presidente, intrigado por lo que escuchaba, encendió un cigarrillo y puso atención al mensaje.

“Favor de poner en resguardo este robot, llamado Groovy, bajo las autoridades de la ciudad de Lerdo Durango” - se escuchaba de manera repetida.

Como era un objeto algo extraño, decidió que en un par de horas más se dirigiría al aeropuerto de la ciudad. Allí se encontró con el famoso piloto aviador Francisco Sarabia quien bajo contrato acordó llevar a Groovy en el viaje de regreso a Lerdo Durango para después entregarlo en la presidencia municipal sano y salvo. Nadie se imaginó que su vuelo los llevaría a cruzar el desierto inhóspito de la Zona del Silencio, un lugar envuelto en fenómenos físicos paranormales y misterio.

Mientras surcaban los cielos, una nave alienígena emerge de la nada, con la clara intención de impedir que Groovy llegue a su destino. La nave alienígena, equipada con tecnología avanzada, lanza un ataque feroz, sacudiendo el avión de Sarabia el “Conquistador del Cielo" que no es, para nada, una nave de combate. Sin embargo, el piloto demuestra su destreza al esquivar los ataques. Aún así la situación se torna desesperada.

En el futuro, en una ciudad conocida como Lerdo Futura, las alarmas se encienden cuando se detecta la presencia de la nave alienígena en el pasado. La misión de Groovy es demasiado importante para la historia humana como para fallar. De inmediato, un agente protector del tiempo, WK-23, es enviado al rescate. WK-23 es un ciborg que armado con solo dos cañones láser y un escudo protector que traía la nave prototipo especialmente diseñada para viajes temporales llega con valentía al lugar de la persecución.

El ciborg WK-23 llega justo a tiempo para interponerse entre la nave alienígena y el avión de Sarabia. Una batalla feroz estalla en el cielo desértico. Los cañones láser de la nave de WK-23 chisporrotean contra el casco de la nave enemiga, mientras el escudo protector absorbe los potentes disparos alienígenas. La nave del ciborg maniobra con precisión, manteniendo a raya al enemigo.

Sarabia, utilizando su experiencia como aviador, ejecuta una estrategia de retirada. Acelera hacia el límite de la Zona del Silencio, donde las interferencias electromagnéticas del área confunden los sistemas de la nave alienígena. Y con la ayuda de WK-23, logran escapar del ataque, dejando atrás a los alienígenas derrotados y desorientados.

Finalmente, Sarabia y Groovy llegan a salvo a Lerdo. La misión del robot sigue intacta, y Groovy continúa grabando la historia de México, asegurando que el pasado y el futuro permanezcan conectados. Mientras tanto, WK-23 regresa a Lerdo Futura, sabiendo que una vez más, el curso del tiempo ha sido protegido.

Fin.

2024/08/01

Groovy en la Toma de Torreón: La Alianza Intergaláctica.


Por: Werekation


En el ardiente desierto de Chihuahua, justo antes de la icónica Toma de Torreón, una figura peculiar apareció en el campamento del General Pancho Villa. Esta figura no era otra que Groovy, un robot de apariencia inusual con un cuerpo metálico semejante a una grabadora de cassette. 


Groovy había sido diseñado en un futuro distante para preservar la historia a través de canciones y relatos grabados en cassettes. Sin embargo, una anomalía temporal lo había transportado a la Revolución Mexicana, donde su destino estaba a punto de entrelazarse con el de uno de los más grandes líderes revolucionarios.


Pancho Villa, inicialmente incrédulo, quedó fascinado por las capacidades de Groovy para reproducir y grabar información. El robot, con su voz mecánica, narró historias del futuro, advirtiendo sobre una inminente invasión alienígena que pondría en peligro la causa revolucionaria y el futuro de la humanidad.


Días antes de la crucial Toma de Torreón, extrañas luces comenzaron a iluminar el cielo nocturno, y relatos de figuras alienígenas comenzaron a circular entre los soldados. Groovy, con sus avanzados sensores y conocimientos, identificó la tecnología alienígena y propuso una estrategia audaz para enfrentar la amenaza.


Groovy ayudó a Villa a organizar una resistencia efectiva, utilizando tecnología alienígena encontrada para mejorar las defensas del regimiento. Con su cuerpo de grabadora, el robot podía interceptar y decodificar las comunicaciones enemigas, proporcionando información vital para los revolucionarios.


El clímax de la batalla se acercaba cuando los alienígenas lanzaron su ataque final. Groovy, con su valentía y recursos inusuales, dirigió a los soldados en una maniobra desesperada para contrarrestar el avance alienígena. Utilizando sus grabaciones, engañó a los invasores haciéndoles creer que enfrentaban una fuerza mayor.


La batalla fue feroz, pero gracias a la colaboración entre los hombres de Villa y el ingenio de Groovy, los invasores fueron derrotados. Los alienígenas, al darse cuenta de la resistencia inesperada y la falta de recursos para continuar, se retiraron, prometiendo no volver a intervenir en los asuntos terrestres.


Con la amenaza alienígena neutralizada, Pancho Villa y sus hombres se dirigieron a Torreón, donde lograron una victoria histórica. Groovy, aunque sabiendo que su misión había sido cumplida, decidió quedarse en ese tiempo, documentando la Revolución Mexicana con una perspectiva única.


Fin